Fueron 82 largos años de existencia. Una vida convulsa la de Francisco de Goya que refleja de algún modo el momento histórico de la España en que vivió.
Su trabajo como pintor de corte le hizo codearse con la aristocracia pero también fue amigo del pueblo. Como buen ilustrado comulgaba con los  afrancesados aunque amaba España. En cuestiones religiosas era anticlerical pero defensor de una religiosidad basada en la razón… Un cúmulo de ambivalencias que le hicieron incomprensible a los ojos de sus contemporáneos.

Goya fue un pintor que trabajó para tres monarcas -Carlos III, Carlos IV y Fernando VII-, al que siempre le costaba someterse a los dictados de sus clientes y que pintó con acierto a la distinguida nobleza de la época  -con quien compartía fiestas y diversiones- sus retratos muestran una evolución que va desde los primeros momentos -donde primaba el parecido físico y la condición social– hasta el Goya de madurez, más interesado por los estados emocionales, inaugurando así una nueva modalidad de presentar a sus personajes, bajo el imperativo de los estados anímicos, lo que denominamos como`retrato psicológico`.
Si quieres saber más no te pierdas la visita al Museo del Prado…